Candy Candy

Desde niña conocí esta historia comica y melodramática, un anime sobre una chiquilla pecosa que fue abandonada cerca de un camino junto a un orferinato. La trama se desarrolla en la época de los carruajes, damas y títulos, alcurnia y pobreza, trabajo duro, castillos, condes, colegios prestigiosos, puertos, guerras; villanos, peligros y aventuras. Candy, así le llamaron, una pequeña que creció rodeada de otros niños que al igual que ella habían sido abandonados por sus padres, además junto con la hermana Maria y la señortia Pony, Candy estuvo rodeada de amor.

La pecosa aprendió a trepar árboles, lazar la cuerda, y muchas otras cosas increíbles. Una niña muy audaz sin duda, una chica que siempre buscaba el lado positivo a las cosas y no le importaba sufrir con tal de ver a los demás felices. Siempre sacrificandose, siempre dando pie a que la hicieran menos, a que la lastimaran. Claro también hubo personas que la quisieron mucho y la apoyaron, teniendo así buenos amigos. Una chica que al igual que toda niña sueña con ser feliz, encontrar el amor. Desde ser adoptada como amiga de compañia terminando de sirvienta, hasta conocer y desilusionarse con el amor terminando siendo una enfermera, Candy es sin duda un ejemplo de fortaleza y valentía.

Sin embargo hace poco comence a ver la serie de Candy Candy por youtube, gracias a mi amiga Adalu quien al igual que yo fué muy fan de la serie cuando niña y me comentó de la existencia de la serie por la red. Cada vez que veía un capítulo me daba cuenta de tantas cosas que omití y a la vez de tantas malas jugadas y criterios que se nos transmitió por medio de los 115 capítulos de la serie animada. Cuando yo pensaba que Candy era lo máximo, hoy en día, pense en todas las cosas y rasgos que distinguían a esta peculiar chica.

No puedo creer como es que se nos intentaba lavar el cerebro para ser ciertas cosas como la sociedad imponía, obviamente candy siempre se opusó a eso, pero lo que me ha sorprendido al comenzar a ver nuevamente esta serie, es sin duda la forma en que Candy permitia que la humillaran, que la pisotearan y obviamente tener un dolor por ello. Este personaje era masoquista, realmente no puedo creer que tantas hayamos creído esa basura de que siempre se tiene que sufrir y ser las mujeres ideales y poner primero el bienestar de los demás antes del nuestro. Estoy muy emocionada por volver a ver este programa, pero aún así me siento desconcertada y decepcionada de la forma en que se maneja que se esta predestinado a pasar las de Caín. Admiro mucho de Candy, pero también detesto la mitad, digamos que de su personalidad me quedaría con un 50% ya que el resto es mera cuestión de imposición social.

Gracias a todo lo que he aprendido (que si no sería una estupidez seguir al pie de la letra las indicaciones de cómo vivir de Candy) ahora me doy cuenta de la importancia que tiene el buscar nuestro propio camino y las alternativas para vivirlo sin necesidad de ser un manojo de lágrimas todo el tiempo.

Se nos ha engañado toda nuestra vida, haciendonos creer que el ayudar ante todo a el otro sin impotar lo que necesitemos es lo más gratificante, y no siempre debe de ser asi. Voy en el capítulo 100 pero accedí a escribir ya que me está historia marco mi infancia y me provocó tantos sentimentos encontrados. Ahora me queda disfrutar lo bueno que tenga la serie para mi y los buenos recuerdos. Tener amigos es lo máximo pero cómo ayudarlos si nosotros no nos ayudamos primero a estar bien. Tenemos el poder de elección, de elegir quien queremos ser, hacía donde deseamos caminar.

Un saludo y cuidense.

Lex