Une assassine

Con el pensamiento de que pudiera convertirme en asesino. Con el pensamiento constante, buscando mi inspiración. No solo es pensar en matar, es más que eso. Investigar, conocer los motivos por cual asesinar. Qué me impulsa, qué transgrede la barrera.

¿Necesariamente cuando una persona hace mal está mal? Ha llegado a mí una forma distinta de pensar, de poner las cosas en la vida. ¿Una niña, será realmente una inocente; o alguien que hizo el mal, podrá convertirse en un héroe? Esas cosas y más han estado rodando por mi mente.

La soledad es un sentimiento muy extraño que en ocasiones me gusta compartir conmigo misma y en otras tantas solo dejo que transcurra, no me gusta su sombra controladora, aunque en ocasiones es tranquilizante, tiene un sabor rico, con un olor en particular que es muy único, fresco, en ocasiones penetra como dulce de leche.

Esa mezcla entre bien y mal que generalmente ocurre en mí me hace cuestionarme muchas cosas. Convertirse en un asesino tiene una razón, pero yo creo que para ser asesino debes de nacer siéndolo, no creer que seas uno. Al igual sucede con la inteligencia, con la enfermedad nueva que antes se llamaba locura. Nada sucede porque a uno se le da la gana y ya, todo tiene un origen, una historia detrás que conlleva a un relato que se sucede de boca en boca o tal vez de huellas, tatuajes que se quedan en la piel de los humanos, un reflejo innato.

No sé, cada cosa debe tener su lugar, pero ¿y si no las tiene? Siento que el aire me falta, me cuesta mucho respirar, claro, mucho más sintiendo el temor de que alguien pueda entrar y hacerme algo malo. De echo creo que preferiría aceptarlo si fuera malo pero con un motivo y razón, no solo porque si, o porque se les da la gana. Si he de ser herida, es justo que mi herida sea hecha por quién realmente… sigo pensando que no tienen un motivo suficientemente fuerte para herirme, o matarme. Si supieran acaso que si usan un arma, no la pueden volver a enfundar porque está estaría caliente por el disparo…

Es increíble como puedo pensar en una lluvia de ideas instantáneas, no se como organizarlas, no sé como plasmarlas, pero siento que si no las comienzo a escribir se van a perder como tantas que se han ido, como con tantas que se esconden y en ocasiones vuelven o jamás regresan.